La Iglesia Episcopal de San Pedro
Domingo, el 20 de febrero de 2022 a las 12:30pm

La Iglesia Episcopal de San Pedro

Séptimo domingo después de la Epifanía, el 20 de febrero 2022

La Santa Eucaristía Rito II

El Revdo. Nathan W. Ives, Celebrante

 

¿Primera vez en St. Peter's / San Pedro? Únase a nosotros después del servicio para nuestro tiempo de compañerismo y asegúrese de presentarse al Padre Nathan y firmar nuestro libro de visitas.


¡Todos los niños son bienvenidos aquí! El ruido o la bulla  no son motivo de preocupación. Tenemos un banco para distaer a los niños en la parte de la parte de atrás de la iglesia, al lado izquierdo con libros.


Si desea que le traigan la Sagrada Comunión, avísele a nuestro sacerdote o servidor, y estaremos encantados de hacerlo.

 

ADORAR

                                   Liturgia de la Palabra

Preludio

Himno de entrada    Luis Elizalde: Misa Andina - Gloria

CAMBIAR

Aclamación de apertura, LOC, 277

Colecta de pureza

La Gloria, LOC, 279 


Colecta del día

Oh Señor, tú nos has enseñado que todo lo que hacemos sin amor es de ningún valor: Envía tu Espíritu Santo, y derrama en nuestros corazones tu excelentísimo don, que es el amor, el vínculo verdadero de la paz y de todas las virtudes, sin el cual todos aquéllos que viven son considerados como muertos ante ti. Concédenos esto, por amor de tu único Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén. 

                

Sermón                                                                       Padre Nathan

   ORAR

El Credo Niceno                                                                  LOC, 280

 APRENDER

Antiguo Testamento, Génesis 45:3–11, 15

El Salmo, Salmo 37:1–12, 41–42

La Epístola, 1 Corintios 15:35–38, 42–50

Himno secuencial  Luis Elizalde: Misa Andina - Tu Palabra                  

El Evangelio, San Lucas 6:27–38        


Lectura del libro del Génesis

José les dijo a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía? Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle. Pero José les dijo: —Por favor, acérquense a mí. Cuando ellos se acercaron, él les dijo: —Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a Egipto; pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas. Ya van dos años de hambre en el país, y todavía durante cinco años más no se cosechará nada, aunque se siembre. Pero Dios me envió antes que a ustedes para hacer que les queden descendientes sobre la tierra, y para salvarles la vida de una manera extraordinaria. Así que fue Dios quien me mandó a este lugar, y no ustedes; él me ha puesto como consejero del faraón y amo de toda su casa, y como gobernador de todo Egipto. Vayan pronto a donde está mi padre, y díganle: “Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto como señor de todo Egipto. Ven a verme. No tardes. Vivirás en la región de Gosen, junto con tus hijos y nietos, y con todos tus animales y todo lo que tienes. Así estarás cerca de mí. Aquí les daré alimentos a ti y a tu familia, y a todos los que están contigo, para que no les falte nada; pues todavía habrá hambre durante cinco años más.” […] Luego José besó a todos sus hermanos, y lloró al abrazarlos. Después de esto, sus hermanos se atrevieron a hablarle.


Palabra del Señor. Demos gracias a Dios.


Salmo 37:1–12, 41–42

1 No te impacientes a causa de los malignos, *

ni tengas celos de los que hacen mal

2 Porque como hierba pronto se marchitarán, *

y como césped se agotarán.

3 Confía en el Señor, y haz el bien; *

habita en la tierra, y aliméntate de sus caudales.

4 Deléitate en el Señor, *

y él te dará las peticiones de tu corazón.

5 Encomienda al Señor tu camino; *

confía en él, y él actuará.

6 Exhibirá tu justicia como la luz, *

y tu rectitud como el mediodía.

7 Guarda silencio ante el Señor, *

y espera en él con paciencia.

8 No te impacientes del que medra, *

del que tiene éxito en sus maldades.

9 Deja la ira, desecha el enojo; *

la impaciencia sólo conduce al mal;

10 Porque los malignos serán arrancados, *

pero los que invocan al Señor, he aquí heredarán la tierra.

11 Pues dentro de poco no existirán los malos; *

observarás su lugar, y no estarán allí.

12 Mas los mansos heredarán la tierra, *

y se recrearán con abundancia de paz.

41 La salvación de los justos es del Señor; *

él es su fortaleza en tiempo de angustia.

42 El Señor los ayudará, y los librará; *

los librará de los malignos, y los salvará, por cuanto en él se refugian.


Lectura de la primera carta de San Pablo a los Corintios

Tal vez alguno preguntará: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo tendrán?» ¡Vaya pregunta tonta! Cuando se siembra, la semilla tiene que morir para que tome vida la planta. Lo que se siembra no es la planta que ha de brotar, sino el simple grano, sea de trigo o de otra cosa. Después Dios le da la forma que él quiere, y a cada semilla le da el cuerpo que le corresponde. […] Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra es corruptible; lo que resucita es incorruptible. Lo que se entierra es despreciable; lo que resucita es glorioso. Lo que se entierra es débil; lo que resucita es fuerte. Lo que se entierra es un cuerpo material; lo que resucita es un cuerpo espiritual. Si hay cuerpo material, también hay cuerpo espiritual. Así dice la Escritura: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente»; pero el último Adán se convirtió en espíritu que da vida. Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material; después lo espiritual. El primer hombre, hecho de tierra, era de la tierra; el segundo hombre es del cielo. Los cuerpos de la tierra son como aquel hombre hecho de tierra; y los del cielo son como aquel que es del cielo. Así como nos parecemos al hombre hecho de tierra, así también nos pareceremos a aquel que es del cielo. Quiero decirles, hermanos, que lo puramente material no puede tener parte en el reino de Dios, y que lo corruptible no puede tener parte en lo incorruptible.


Palabra del Señor. Demos gracias a Dios. 


Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas ¡Gloria a ti, Cristo Señor!

Jesús dijo a sus discípulos: «Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes. »Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. Y si dan prestado sólo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo. »No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.»


El Evangelio del Señor. Te alabamos, Cristo Señor. 


El Sermón, El Padre Nathan

ORAR

El Credo Niceno                                                                  LOC, 280

ORACIONES DEL PUEBLO

Hermanas y hermanos, hagan con los demás lo que les gustaría que hicieran con ustedes. Oremos por los demás, diciendo: “Hemos venido ante ti, oh Dios; y aquí te esperaremos.

 

Dios misericordioso, ayúdanos a amar a nuestros enemigos, a hacer el bien a los que nos odian. Es algo difícil para nosotros. Haznos misericordiosos, así como tú eres misericordioso.

Silencio

Hemos venido ante ti, oh Dios; Y aquí te esperamos.

 

Dios santo, haz que tu justicia brille como el sol del mediodía. Vindica a los mansos; salva a los justos; rescata a los que en ti encuentran su refugio.

Silencio

Hemos venido ante ti, oh Dios; Y aquí te esperamos.

 

Oramos, Dios Creador, por aquellos que experimentan los dolores del hambre. Te clamamos por los que mueren de hambre. Bendícelos con provisión. Danos una nueva apreciación de la abundancia en nuestras vidas.

Se invita a la congregación a añadir sus acciones de gracias.

Hemos venido ante ti, oh Dios; Y aquí te esperamos.

 

Sanar familias. Sanar a nuestras familias. Sana a las familias de nuestra comunidad. Repara nuestras divisiones. Haznos ministros de la reconciliación.

Silencio

Hemos venido ante ti, oh Dios; Y aquí te esperamos.

 

Sana, oh Dios, estos cuerpos que has hecho del polvo de la tierra. Líbranos, y a aquellos por quienes oramos ahora, de nuestras debilidades.

 

Oramos especialmente por: Jamie, Ted, Isabel y familia, Soraida, Ana, Hadi, Theresa, Nancy, Diane, Florrie, Rosario Espinal, Melecia, Joyce y Alison, Elaine, Chila, Vitoriano, Melecia, Xiomara, Kevin, Karley y sus hijos, Nadia, Yvonne, Laurie, Sandy & Carl, Geoffrey, John Haskell, Ashley, Mary Hanks, Peter Getchell, Eleanor, Clarisa, Kelsey, Matt, David, Irene, Cosset Maria, Mara, Marangelis, Ennis, Albert, Linda , Aür, MaryBeth and Allison, Betty Ann, Corbin, Blanca, Gilberto, Emily, Lisa, Gretchen, Ana, Maria Estela Rosa, Andy, Evelyn, Doña Consuelo, Don Félix, Bob, Bill and Geri, Elia y Glenn, Tony, Louise, Charlie, John, Susan, Maria, Courtney, Celia, Amy, Jacquelyn Maria y Johnnie Mae.

Hemos venido ante ti, oh Dios; Y aquí te esperamos.

 

Levanta en poder a los que han muerto en debilidad, poderoso Redentor. Resucitar a la inmortalidad a los que han muerto en la carne. Levanta a aquellos cuyos cuerpos han vuelto al polvo a una gloria mayor y eterna. Oramos especialmente por Sarah, amada esposa del padre Ennis de St. Anne's Lowell, quien murió esta semana.

Silencio

Hemos venido ante ti, oh Dios; Y aquí te esperamos.

BENDECIR

La Santa Eucaristía

Ofertorio            Luis Elizalde: Misa Andina - Ofertorio

La Plegaria B, LOC, 289

Sursum corda         

Sanctus                                                                               

El Padre Nuestro, LOC, 286

Fracción del Pan, LOC, 286

 

Todos los cristianos bautizados son bienvenidos a recibir la Sagrada Comunión. Hay obleas sin gluten disponibles, pregunte en el altar si las necesita. Se anima a cualquier persona que desee una bendición en lugar de la Sagrada Comunión a que se acerque

y se cruce de brazos en el altar.

Himno de Comunión           Que seamos pan                           Inserto

Oración Final,  LOC, 288

La Bendición

Himno de Salida  Luis Elizalde: Misa Andina - Aleluya/Tu Palabra

La Despedida

 

La música de este servicio tiene licencia de OneLicense # A707-401

 

Los flores del altar se entregan este mes a la Gloria de Dios en memoria de Carlos Alberto Sepulveda. La vela del santuario se entrega este mes a la Gloria de Dios en memoria de miembros de la familia de William Morday. Las Luces de la Torre se encienden este mes para la Gloria de Dios en memoria de miembros de las familias Danek y MacDonald.