Ministerio Monte Sinai
6/11/2025
  • Adonde iré
  • TENGO HAMBRE
  • Resumen: Este sermón se centra en la importancia de escuchar y seguir la dirección del Espíritu Santo en nuestras vidas, buscando discernir la voluntad de Dios en medio del ruido del mundo.
    Aplicación: Este sermón ayudará a los oyentes a comprender cómo pueden estar en sintonía con el Espíritu Santo para tomar decisiones más alineadas con la voluntad de Dios en sus vidas, especialmente en momentos de confusión o incertidumbre.
    Enseñanza: El sermón enseñará sobre la necesidad de la atención espiritual, la oración y la búsqueda activa de la sabiduría de Dios a través de su Palabra y su Espíritu, y la importancia de estar receptivos a su guía.
    Intro: Vivimos en un mundo lleno de voces: opiniones, redes sociales, emociones personales, y hasta la presión del entorno. En medio de tanto ruido, ¿cómo podemos estar seguros de que estamos siguiendo el camino correcto? ¿Cómo sabemos si una decisión está alineada con el corazón de Dios?
    La Biblia nos dice en Romanos 8:14: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."
    Esto nos revela una verdad poderosa: no estamos solos. El Espíritu Santo fue enviado para guiarnos, para hablarnos, para mostrarnos la voluntad de nuestro Padre. Pero para poder seguir Su guía, debemos aprender a escuchar Su voz por encima de todas las demás.
    Hoy queremos profundizar en cómo podemos reconocer esa voz divina y caminar con seguridad en la voluntad de Dios.
    Oración Inicial: Padre Celestial, gracias por darnos al Espíritu Santo como nuestro Consolador y Guía. Hoy venimos con corazones abiertos, deseosos de escuchar Tu voz. Quita de nosotros toda distracción, todo temor, toda duda, y enséñanos a discernir Tu voluntad con claridad. Espíritu Santo, habla a nuestro espíritu. Dirige cada palabra que será compartida, y prepara nuestro corazón para obedecer. En el nombre de Jesús, amén.

    Libres por el Espíritu

    Romanos 8:12-17 “Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer; pues, si viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán. Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba, Padre». Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios. Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.”
    El Espíritu Santo nos libera del legalismo y del temor de vivir según la carne, conduciéndonos hacia la voluntad de Dios como hijos adoptivos.
    El énfasis aquí podría estar en la libertad que el Espíritu nos da para discernir la voluntad de Dios sin estar atrapados por el pecado y el mundo.
    Alienta a los oyentes a buscar la guía del Espíritu en cada decisión debido a su posición como hijos de Dios.
    Aplicación práctica:

    Dirección en la Comunidad

    Hechos 13:1-4 “Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas) y Saulo. Cierto día, mientras estos hombres adoraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Consagren a Bernabé y a Saulo para el trabajo especial al cual los he llamado». Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les impusieron las manos y los enviaron. Entonces Bernabé y Saulo fueron enviados por el Espíritu Santo. Descendieron hasta el puerto de Seleucia y después navegaron hacia la isla de Chipre.”
    Sugiere cómo el Espíritu Santo es clave en dirigir las obras y misiones que hacemos en nombre de Dios.
    Como la iglesia de Antioquía escuchó y obedeció la voz del Espíritu, esto puede servir de ejemplo para ilustrar la importancia de la oración corporativa y el ayuno para discernir juntos la voluntad de Dios en el contexto de la comunidad de fe, mostrando que la guía del Espíritu también opera en la congregación.
    Aplicación práctica:

    Guía a Toda Verdad

    Juan 16:13-15 “Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que ha oído y les contará lo que sucederá en el futuro. Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí. Todo lo que pertenece al Padre es mío; por eso dije: “El Espíritu les dirá todo lo que reciba de mí”.
    El Espíritu de Verdad guía a los creyentes a toda la verdad, como Jesús prometió.
    Aquí se podría resaltar la función del Espíritu como nuestro guía continuo, proporcionando sabiduría, revelación, y fortalecimiento en nuestro caminar cristiano. Destacando cómo esta guía no es solo personal, sino que se alinea completamente con la verdad revelada en Jesucristo y la misión de Dios.
    Aplicación práctica:

    Conclusión

    La clave para una vida cristiana plena es escuchar y seguir la guía del Espíritu Santo, quien nos dirige hacia la voluntad perfecta de Dios.
    La voz del Espíritu Santo es fundamental en toda la Escritura, desde el Antiguo Testamento que apunta a la guía divina en el desierto, hasta el Nuevo Testamento donde Cristo prometió el Consolador, el Espíritu Santo, como nuestra guía en verdad y justicia.

    Llamado al Altar:

    Quizás has estado enfrentando decisiones difíciles. Tal vez sientes que no puedes distinguir cuál es el camino correcto o estás cansado de seguir tu propia voluntad sin resultados. Hoy, el Espíritu Santo te hace una invitación: déjate guiar.
    Si deseas aprender a escuchar la voz de Dios, si anhelas caminar en Su voluntad y dejar de vivir en confusión o duda, este es tu momento. Acércate al altar, no para recibir una fórmula mágica, sino para rendirte completamente al Guía perfecto, el Espíritu Santo.
    Ven, y dile: “Señor, quiero ser guiado por Ti. Quiero vivir como un verdadero hijo, una verdadera hija de Dios.”
    Él está aquí. Su voz no está lejos. Solo tienes que acercarte… y escuchar.

      • Romanos 8:14RVR60

      • Romanos 8:12–17RVR60

      • Hechos de los Apóstoles 13:1–4RVR60

      • Juan 16:13–15RVR60

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