Darlene Grullón
Clara Grullón
Andrés Bojos
William Sánchez
Carmen Beatriz Alcántara Suarzo
ADORAR
Liturgia de la Palabra
Preludio
Himno de entrada Cantemos al Amor Inserto
CAMBIAR
Orden Penitencial: Rito Dos LOC, 273
Colecta del día Inserto
APRENDER
Antiguo Testamento Isaías 43:16-21
El Salmo Salmo 126
La Epístola Filipenses 3:4-14
Himno secuencial Toma tu cruz, dijo Jesús Inserto
El Evangelio San Juan 12:1-8
Sermón Padre Nathan
ORAR
El Credo Niceno LOC, 280
Las oraciones del pueblo Inserto
La Paz
BENDECIR
La Santa Eucaristía
Ofertorio Hoy canto el gran poder de Dios Inserto
La Plegaria A LOC, 284
Sursum corda
Sanctus
El Padre Nuestro LOC, 286
Fracción del Pan LOC, 286
Agnus Dei
Todos los cristianos bautizados son bienvenidos a recibir la Sagrada Comunión. Hay obleas sin gluten disponibles, pregunte en el altar si las necesita. Se anima a cualquier persona que desee una bendición en lugar de la Sagrada Comunión a que se acerque
y se cruce de brazos en el altar.
Himno de Comunión Comiendo el mismo pan Inserto
Oración Final LOC, 288
La Bendición
Himno de Salida Jesús, eres eterno Inserto
La Despedida
La música de este servicio tiene licencia de OneLicense # A707-401
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor abrió un camino a través del mar, un sendero por entre las aguas impetuosas; hizo salir todo un poderoso ejército, con sus carros y caballos, para destruirlo. Quedaron derribados y no pudieron levantarse; se acabaron como mecha que se apaga. Ahora dice el Señor a su pueblo: «Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. Me honrarán los animales salvajes, los chacales y los avestruces, porque hago brotar agua en el desierto, ríos en la tierra estéril, para dar de beber a mi pueblo elegido, el pueblo que he formado para que proclame mi alabanza.
Palabra del Señor. Demos gracias a Dios.
1 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
* éramos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenó de risa, *
y nuestra lengua de gritos de alegría.
3 Y decían entre las naciones: *
“Ha hecho el Señor proezas con ellos”.
4 Proezas ha hecho el Señor con nosotros, *
y estamos sumamente alegres.
5 Tú, oh Señor, has cambiado nuestra suerte, *
como los torrentes del Neguev.
6 Los que sembraron con lágrimas, *
con gritos de alegría segarán.
7 Los que van llorando, llevando la semilla, *
volverán entre cantares, trayendo sus gavillas.
Lectura de la carta de San Pablo a los Filipenses
Nadie tendría más razones que yo para confiar en ellas: me circuncidaron a los ocho días de nacer, soy de raza israelita, pertenezco a la tribu de Benjamín, soy hebreo e hijo de hebreos. En cuanto a la interpretación de la ley judía, fui del partido fariseo; era tan fanático, que perseguía a los de la iglesia; y en cuanto a la justicia que se basa en el cumplimiento de la ley, era irreprochable. Pero todo esto, que antes valía mucho para mí, ahora, a causa de Cristo, lo tengo por algo sin valor. Aún más, a nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por causa de Cristo lo he perdido todo, y todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él y encontrarme unido a él; no con una justicia propia, adquirida por medio de la ley, sino con la justicia que se adquiere por la fe en Cristo, la que da Dios con base en la fe. Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de su resurrección y la solidaridad en sus sufrimientos; haciéndome semejante a él en su muerte, espero llegar a la resurrección de los muertos. No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzó primero. Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús.
Palabra del Señor. Demos gracias a Dios.
Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan ¡Gloria a ti, Cristo Señor!
Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, donde vivía Lázaro, a quien él había resucitado. Allí hicieron una cena en honor de Jesús; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa comiendo con él. María trajo unos trescientos gramos de perfume de nardo puro, muy caro, y perfumó los pies de Jesús; luego se los secó con sus cabellos. Y toda la casa se llenó del aroma del perfume. Entonces Judas Iscariote, que era aquel de los discípulos que iba a traicionar a Jesús, dijo: —¿Por qué no se ha vendido este perfume por el equivalente al salario de trescientos días, para ayudar a los pobres? Pero Judas no dijo esto porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa del dinero, robaba de lo que echaban en ella. Jesús le dijo: —Déjala, pues lo estaba guardando para el día de mi entierro. A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.
El Evangelio del Señor. Te alabamos, Cristo Señor.
Hermanas y hermanos, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros. Con corazones alegres y agradecidos, recemos: "Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría; Señor, escucha nuestra oración".
Haz algo nuevo en tu Iglesia, Señor. De nuestros lugares secos brota una nueva vida. Refresca a tus obispos, sacerdotes y diáconos. Refresca a todos los cristianos en sus vocaciones.
Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría; Señor, escucha nuestra oración.
Devuelve los sueños a los que han perdido la esperanza. En medio de los rápidos y variados cambios del mundo, sé un fundamento sólido en el que todos puedan confiar.
Silencio
Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría; Señor, escucha nuestra oración.
Da agua en los lugares secos. Alivia el sufrimiento de los que viven con la sequía. Trae agua, apaga la sed y da crecimiento en las tierras desesperadas.
Silencio
Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría; Señor, escucha nuestra oración.
Te pedimos, oh Dios, por los pobres. Sé misericordioso con las víctimas del robo. Devuelve la fortuna a los devastados por hombres y mujeres deshonestos. No olvides nunca la vida de tus pobres.
Silencio
Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría;
Señor, escucha nuestra oración.
Haz que los que siembran con lágrimas, recojan con cantos de alegría. Llena las bocas abatidas con gritos de alegría. Restaura a tu pueblo, Señor. Especialmente reza por: Por los ucranianos y Ucrania, nuestro entorno/nuestro ambiente, Evangelista, María González, Jackie, Ted, Susan, Jon Paul, Michele y Nathan, Patrick, Isabel y familia, Soraida, Ana, Hadi, Theresa, Nancy, Diane, Florrie, Rosario Espinal, Eric, Melecia, Joyce y Alison, Elaine, Chila, Vitoriano, Xiomara, Kevin, Karley y sus hijos, Nadia, Yvonne, Laurie, Sandy y Carl, Geoffrey, John, Ashley, Mary, Peter, Eleanor, Clarisa, Kelsey, Matt, David, Irene, Cosset Maria, Mara, Marangelis, Ennis, Albert, Linda, Aür, MaryBeth y Allison, Betty Ann, Corbin, Blanca, Gilberto, Emily, Lisa, Gretchen, Doña Ana, Maria Estela Rosa, Andy, Evelyn, Doña Consuelo, Don Félix, Bob, Bill y Geri, Elia y Glenn, Tony, Louise, Charlie, John, Susan, Maria, Courtney, Celia, Amy, Bill, Jacquelyn Maria y Johnnie Mae
Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría; Señor, escucha nuestra oración.
Oh Dios, anhelamos conocer a Cristo y el poder de su resurrección. Aunque compartamos su sufrimiento, aunque muramos, que nosotros, y todos los que mueren, alcancemos la resurrección de los muertos.
Silencio
Fija nuestros corazones donde se encuentra la alegría; Señor, escucha nuestra oración.
Los girasoles frente al altar se dan como un recordatorio para orar por la paz y la liberación del pueblo de Ucrania. Las velas del santuario se entregan este mes a la Gloria de Dios en memoria de Marian Nickson. Las luces de la torre se encienden este mes a la Gloria de Dios en honor al pueblo de Ucrania y a todas las personas que sufren en todas partes del mundo.
Si usted desea honrar a un ser querido con flores de altar, vela del santuario o iluminación de la torre, por favor vea a Ana Nuncio. Gracias.
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- Ana Nuncio y el Padre Nathan están trabajando para restablecer una Escuela Dominical quincenal en San Pedro. Si usted quiere ayudar o sabe de alguien que podría unirse (hijos de feligreses o no), por favor háganoslo saber. Todos los niños del área son bienvenidos a este programa bilingüe.
