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Perdonar a alguien que te ha herido es una de las tareas más difíciles que una persona puede enfrentar. Es más, es tan difícil que la mayoría de la gente la evita a toda costa. Pero cuando no perdonamos, pagamos el precio por la amargura que afecta todas nuestras relaciones. ¿Es posible perdonar una gran afrenta y tratar a los demás con compasión, a pesar de la forma en que nos han tratado? Timothy S. Lane utiliza su propia experiencia personal, pastoral y como consejero, y explica que solo cuando entiendes el amor y el perdón de Dios para ti, puedes perdonar a aquellos que te han herido profundamente. Lane aplica esta verdad explicando cómo poner en práctica el perdón en distintas situaciones, y cómo aplicar sabiamente el perdón en medio de circunstancias difíciles.
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“El perdón cancela una deuda. En estos versículos, la práctica de cancelar una deuda es una metáfora para la práctica del perdón. Cuando hay una deuda, alguien debe pagar. O la persona que debe tiene que saldar su deuda, o la persona a la que se le debe tiene que absorber la pérdida.” (Page 6)
“El perdón es una promesa de tres aspectos. Cuando perdonas a alguien, absorbes el costo de la ofensa que se cometió contra ti. Cancelas la deuda, y al hacerlo, también haces una promesa de tres aspectos.” (Page 7)
“El perdón es un acto de compasión: vemos que el amo fue ‘movido a misericordia’ por el siervo, y lo perdonó. El perdón es amor expresado en medio de circunstancias difíciles.” (Page 6)
“solo alguien que sepa que ha sido perdonado perdonará a otros.” (Page 18)
“No volveré a mencionarla ni siquiera para mis adentros, para darle vueltas a la ofensa” (Page 7)